lunes, 27 de septiembre de 2010

Regresa


Siempre me he preguntado por qué existen las despedidas, por qué debemos ponerle fin a lo que nos hace tan felices, por qué perdemos lo que más amamos...
No sé en qué consiste una despedida, no sé si es un nuevo inicio, no sé si es tan fácil olvidar o saludar.
Este dolor que tengo tan tallado en mis huesos, esta despedida que me destroza, estos ojos mojados con tu adiós...ya nada tiene sentido en esta despedida. Ni los pájaros en silencio, ni los autos inmóviles, ni el flash back de cuando nos conocimos, ni el sabor de nuestro primer beso...ni el arcoíris en el cielo.
Ya no siento mis latidos al verte, ya no sudan mis sentidos al tocarte, ya no respiro al olerte...ya no estás y si no estás no vivo, y si no vivo ¿Por qué me duele esta despedida?
Quiero arrancar de mí cada astilla de dolor, quiero olvidar cada adiós que estos labios marchitos han dicho, quiero dejar de ver los ruidos callados de cada ser que he tenido que dejar partir...quiero dejar de atormentarme con los gritos desesperados de aquellos que no pueden gritar, quiero dejar de sentir el dolor de aquellos que murieron sufriendo.
Me miro, con mi cabello en la cara, las lágrimas tocando el suelo, mis manos caídas y mis piernas encogidas, y no me reconozco, no logro entender qué pasó, no logro mirarme sin sentir asco, no logro tocarme sin sentir ese ahogo que no me permite siquiera cerrar los ojos...es que si los cierro ahí estás, tan tranquilo, sonriéndome, estirando tus manos como si fueras a tocar las mías...y todo es falso...mi sonrisa, mis ganas de vivir, mis manos con las tuyas...ya nada existe en este adiós tan haustero.
Siento frío, y no hay nada con qué cubrirme...tengo sed y no hay agua que la calme, me siento vacía y no hay corazón que me llene...y sé que te pierdo, con cada lágrima, con cada parpadeo, sé que te estoy perdiendo.
Estoy perdida, no sé quién soy, no sé qué hago, no sé caminar, ni pensar, ni leer, ni cantar; he perdido todo en esta despedida.
Regresa.


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